cajafuerte

La mayoría de los hoteles ofrecen entre sus servicios «la caja fuerte», para mantener las pertenencias valiosas a salvo. Sin embargo, GDATA apunta a que estas cajas fuertes no son tan seguras como puedan parecer.

Se han encontrado serias deficiencias en un modelo estándar de estas cajas de seguridad y con mínimos conocimientos técnicos pueden ser fácilmente hackeadas. También se alerta sobre aquellas que usan la tarjeta de crédito en la apertura y cierre, para evitar estafas.

Volviendo al modelo analizado, indican que ser fácilmente abierto usando diferentes métodos:

El más sencillo, introduciendo el código maestro que ofrece el propio fabricante y que, en muchas ocasiones, no ha sido modificado.

La llave de emergencia, bajo la custodia del propio hotel. Suele usarse cuando un cliente ha olvidado el código de seguridad o bien cuando se abandona el hotel. GDATA indica que basta desatornillar una placa situada en la parte frontal de la caja para dejar totalmente al descubierto la cerradura… y abrirla sin demasiado esfuerzo usando una llave diferente.

Más sofisticada, en el caso de que el proceso de apertura se realice mediante código, los delincuentes pueden provocar un sencillo cortocircuito para que la caja pida que se introduzca un nuevo número.

Respecto a aquellas que usan tarjeta, basta una sencilla manipulación de la caja de seguridad para capturar los datos almacenados en las bandas magnéticas de todos aquellos clientes que las usen en el sistema de apertura y cierre de la caja fuerte. La estafa, similar a la que ya se ha dado en numerosas ocasiones en cajeros automáticos, se denomina skimming y se refiere al robo de los datos de las tarjetas para venderlos a terceros o duplicar la propia tarjeta para un uso fraudulento. Por tanto, al usar la tarjeta de crédito en estas cajas fuertes, debemos saber que ponemos en riesgo la seguridad nuestra cuenta bancaria.

En conclusión, la recomendación del experto de GDATA Eddy Willians: «Una caja fuerte no es ni mucho menos el peor sitio para guardar nuestras pertenencias, pero no conviene sobreestimar su seguridad, especialmente si lo que estamos guardando tiene un valor irreparable para el viajero«.

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