Este fin de semana los medios de comunicación se hacían eco de una noticia sobre el intento de paralización de la compra de WhatsApp.
Detrás de la noticia, dos importantes organizaciones estadounidenses Electronic Privacy Information Center (EPIC) y Center for Digital Democracy (CDD) que han pedido a la Comisión Federal de Comercio la paralización cautelar de la compra y una investigación sobre sus consecuencias.
¿Cuál es el trasfondo?Según parece, hay cierta preocupación por la privacidad de los datos de los usuarios. El cambio de condiciones tras la compra de Instagram (en 2012) no genera confianza, aun cuando Facebook indica que con WhatsApps será diferente (¿continuará de forma independiente en su gestión?).
Una operación que sigue (y seguirá) dando que hablar ya que es seguro que la compra por Facebook lleva aparejada la adquisición de los datos personales de sus 450 millones de usuarios que es lo que verdaderamente interesa a la red social.
EPIC indica al regulador estadounidense lo siguiente: “Whatsapp cuenta con alrededor de 450 millones de usuarios que en su mayoría han rechazado esta compra, ya que Facebook normalmente recopila información de usuarios de las compañías que adquiere“.
Está claro que pagar para nada es tontería (¿19000 millones por quitarse competencia?), seguro que el desembolso tiene objetivos claros. (Publicidad-Ingresos).
Indepedientemente de lo que decidan, seguirán aprendiendo de nuestros gustos y nos seguirán mostrando publicidad y más publicidad. Al menos, mientras esta no aparezca en el WhatsApp tendremos la falsa sensación de que nadie pone la oreja.
